El día Vienes 27 de abril el Club Leo Shunko junto con el Club de Leones Dr. Jorge W. Abalos fueron a brindar ayuda, contención y alegría la comunidad de Huachana, una localidad perteneciente al Departamento Figueroa, a mas de 300 km de la Ciudad capital de Santiago del Estero.
Todo empezó a las 4.30 de la madrugada del día Viernes en la sede del club, donde se reunieron aproximadamente 20 personas entre Leos, Leones y voluntarios. Allí cargaron ropa, medicamentos y demás para llevar a cabo la obra.
El viaje duró aproximadamente 5 horas en un camino de tierra, el cual se extendió un poco por las lluvias que se habían dado en los días previos. Tuvieron que hacer paradas improvisadas para tratar de pensar en maniobras que evitasen quedar empantanados en esa zona inhóspita.
Impacientes en el colectivos empezaron a apreciar algunas casitas, casi en el medio de la nada, bastante alejadas unas de las otras, de las cuales salían niños corriendo una vez que escuchaban el ruido del colectivo en el que iban, eso los motivó y les dió la pauta de que los estaban esperando.
Llegaron al lugar aproximadamente a las 10:30 de la mañana y al bajar se dieron cuenta que ya había personas esperándolos allí, quienes los recibieron muy amablemente, con mate, tortillas, y lo más importate: sus sonrisas.
Sin perder tiempo se distribuyeron las tareas y cada uno empezó a cumplir su función:
Dos miembros del equipo junto a un asistente social, que los acompañó, empezaron a hacer un relevamiento socioeconómico y de salud de todas las familias que se encontraban; una tarea sumamente importante, ya que les permitió conocer la situación en la que cada familia estaba viviendo y atender los casos de manera particular, brindando de esta manera cierta contención a todos los que podían. A través de ello pudieron conocer determinadas circunstancias, como por ejemplo, que había gente indocumentada, que había discapacitados que no estaban recibiendo ningún tratamiento, niños que no habían sido vacunados nunca, entre otras problemáticas muy serias.
Con esta información pasaban a la segunda parte de la obra, que comprendía el otorgamiento a todos los integrantes de la familia, presentes o no presentes en el lugar (información que tenían según el relevamiento) de ropa, abrigo, y calzado.
Pero todo no termina ahí. Una vez que la familia había sido relevada y que ya había retirado suficientes artículos, se dirigían a una posta de vacunación ( la que se pudo obtener atreves de una gestión con Ministerio de Salud de la provincia) en donde vacunaron tanto a niños como adultos. Se colocaron las vacunas del calendario, y otras especiales como la de gripe, asma y neumonía, según el caso particular que se presentaba.
Además de toda la incesante tarea antes descripta, también realizaron tomas de presión y diagnósticos de diabetes, con lo cual aprovecharon para informar a muchas personas de su condición e incentivarlos a seguir un tratamiento correspondiente.
Teniendo en cuenta que había discapacitados y personas que no podían dejar sus casas para ir al centro en que se ubicában, Leos y Leones fueron a sus viviendas para dejarles ropa, abrigo y calzado, y además el médico fue a vacunarlos personalmente.
Como se puede apreciar, fue una obra extensa en sus objetivos y que significó mucho para los habitantes de la zona, pues no sólo les brindaron ayuda sino que les demostraron a personas que se sentían solas y olvidadas, que hay gente dispuesta a darles una mano sin esperar nada a cambio, más que la satisfacción de mejorar la vida de otro.
Aquellos que participaron de la obra pudieron recordar a que se debe su permanencia en esta gran organización: EXPERINCIAS QUE LLENAN EL ALMA Y QUE COLMAN DE SATISFACCION.